Estudiar, para muchas personas, se convierte en todo un dolor de cabeza, lo cual se relaciona con diversos factores que van desde la preocupación por obtener la nota más alta hasta la poca disponibilidad de tiempo.

La raíz principal de la problemática que presentan la mayoría de los estudiantes ante el desafío de fijar los conocimientos es que no existe o es poco común una asignatura que les enseñe a estudiar.

Por ello, son muchos los errores que se cometen en cuanto se disponen a prepararse para uno o varios exámenes.

Además, la ansiedad y el estrés que suelen afectarles ante los compromisos educativos suelen interferir en el proceso de preparación así como en los resultados.

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Factores que limitan el rendimiento

Son diversos los factores que pueden interferir de forma negativa para alcanzar las metas y dar el máximo rendimiento.

  • Dificultades de concentración

La falta de concentración es uno de los principales motivos por los que muchos estudiantes no logran prepararse con éxito y de manera óptima para sus exámenes o presentaciones orales.

La dificultad para concentrarse puede provenir de la poca disponibilidad de tiempo, lo cual es bastante común en vista de que muchos suelen dejar todo para último momento.

Esto es un gran error pues no permite al estudiante disponer de los lapsos suficientes para entender el contenido y fijar los conocimientos.

Además, la falta de tiempo genera estrés, el cual es el enemigo número uno de la concentración.

  • No tener un hábito de estudio

Si bien es cierto que es un consejo bastante popular, muchas personas no lo siguen por falta de disciplina o por los múltiples compromisos extras.

Sin embargo, la organización y buena distribución del tiempo permite que el individuo pueda revisar los contenidos con antelación, extraer las ideas más importantes y definir a lo que debe abocarse.

Por ello, es recomendable establecer las estrategias para crear un hábito de estudio que permita al estudiante dar lo mejor de sí.

  • No desglosar el material de estudio

Es una idea fatal tomar todo el contenido y tratar de fijarlo de golpe, en primera instancia porque le costará mantenerse concentrado y, además, todo el contenido no es importante.

Por ende, es importante que primero se elabore una división por temas, se realice un resumen escrito acerca de las ideas principales y se enfoque en comprenderlo con sus propias palabras.

  • Ausencia de motivación

Es bastante común que la falta de interés hacia una o determinadas materias se deba a que el contenido no resulta agradable.

Los individuos en cuanto algo no les gusta suelen presentar una conducta de evitación que les conduce a la procrastinación y a dejar todo para última hora.

Lo ideal es que se busque una fuente de motivación que contemple la realidad de que, si bien es cierto que hay asignaturas nada agradables, el aprobarlas conduce a la concreción de la meta final que es la graduación.

  • Cansancio

Algunos hábitos como el no dedicar las horas suficientes al descanso y al esparcimiento provocan una disminución del rendimiento académico.

El invertir de pronto largas y extenuantes jornadas al estudio en respuesta a la proximidad de los exámenes conlleva a producir cansancio que influirá de forma negativa en el resultado de las evaluaciones.

Pasos para mejorar las técnicas de estudio

Mantener equilibrio emocional

Es uno de los factores más relevantes para obtener éxito en los estudios, por ello es recomendable que se distribuya el tiempo de manera en que no toque correr y asimilar el contenido de cuatro meses en dos días.

Por ende, antes de sentarse a estudiar la persona debe librarse de toda preocupación, es ideal que si se tiene una lista de cosas pendientes por hacer en el día las anote para que estos pensamientos no le estén atormentando.

Además, se debe buscar un ambiente tranquilo y libre de interrupciones. Si la ansiedad o la preocupación aparecen por la falta de entendimiento o por el tamaño de los compromisos, es una excelente opción repetir ejercicios de respiración.

Llevar a cabo alguna acción que te inspire, como escuchar música antes de iniciar o tomar una taza del té de tu preferencia.

Dedica tiempo de calidad

Por ello lo ideal es que inicies con suficiente tiempo de anticipación antes de las fechas de las evaluaciones.

De forma inicial, enfócate en conocer el material por medio de una primera lectura de reconocimiento, luego, dedícate a resaltar o subrayar las ideas principales y el contenido de mayor relevancia.

Elabora guías de estudios

Es un plan perfecto en vista de que te ayudará a distribuir el material de manera óptima y podrás detectar si te falta algo por incorporar.

Realizar guías, cuestionarios o materiales de estudio además te ofrece el beneficio adicional de fijar los conocimientos.

Por otra parte, si empleas tu creatividad al crear este material de estudio y elaboras esquemas o mapas mentales con diferentes colores o decoraciones, estarás facilitando el aprendizaje.

En primera instancia porque dejará de ser una simple hoja de papel aburrida y la simplificación del contenido provocará que sea menos denso y difícil de leer.

Incluye períodos de descanso en medio de la jornada

El hecho de que dispongas de poco tiempo para el estudio no puede ser un condicionante para que no incluyas breves períodos de descanso.

No los consideres como una pérdida de tiempo, por el contrario, en esos momentos te estarás repotenciando y abriendo paso a que el aprendizaje se convierta en algo más sencillo.

El agotamiento mental no permitirá la incorporación de nueva información a tu cerebro.

Si el tema te aburre, cambia la perspectiva

Con esto quiero decir que si te estás preparando para un examen pero no te gusta el material y cada vez que has tratado de leerlo acabas por dormirte, puedes enfocar el tema de otra forma.

Por ejemplo, si la prueba es de historia trata de tomar el contenido, los personajes y los sucesos que se corresponde con el entorno y crea un guión o una obra en el papel.

Este método puede ayudarte a aprender el material de manera constructiva y divertida.

Prepara una presentación

Luego de haber repasado el tema de tu próxima evaluación puedes crear unas fichas y elaborar láminas para exponer el contenido.

Puedes grabarte o pararte frente al espejo para llevar a cabo tu exposición, cabe destacar que por medio de esta metodología lograrás fijar el contenido y darte cuenta de aquello que aún te falta por dominar.

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